El acceso a la cultura presenta barreras en todas las sociedades europeas, y éstas son más destructivas para aquellos ciudadanos y ciudadanas jóvenes que viven por debajo de la línea de la pobreza, pertenecientes a grupos segregados, tanto hayan nacido o no en el país que habitan. De hecho, el acceso a la cultura podría suponer para ellos una importante fuente de „integración”, conllevaría la adquisición de capital cultural por parte de la mayoría de la sociedad así como el desarrollo del capital social. De hecho estos mismos jóvenes viven en zonas segregadas donde el acceso a esas oportunidades educacionales están limitadas.
En Budapest, las y los jóvenes de origen romaní viven a menudo en gettos étnicos que, contrariamente a los que ocurre en otros lugares del mundo, se pueden encontrar en el centro de la ciudad; la incapacidad en la comunicación entre estos y estas jóvenes y el resto de la cultura, por temor de éstos a ser rechazados, les encierra en una suerte de ghetto virtual.
En las grandes aglomeraciones de París, Barcelona y Madrid, la concentración de migrantes y sus hijos en los distritos más populares hace que ello influya en su integración, su movilidad potencial social y geográfica, su voluntad de participar en la instituciones democráticas, en su autoconcepto y en la imagen de los otros –aquellos que no habitan áreas „segregadas”. Varios estudios muestran cómo las personas jóvenes ven esta segregación como negativa, perciben las oportunidades educativas como menores y de peor calidad y sus posibilidades de éxito menores que en otras partes de la ciudad ( Estudio: Le role du quartier dans le vécu des jeunes, Douzet, Robine 2013) Aunque las realidades de Viena y Helsinky son muy diferentes, existen tendencias muy similares. Las instituciones culturales se concentran en pocos barrios y la mayoría de los centros culturales de carácter público se dirigen a los turistas, más que a los y las ciudadanas locales.
“Divercity” aborda estas desigualdades en el acceso a la cultura, centrándose en particular en aquellos y aquellas jóvenes en situaciones de desventaja (con bajo capital educacional, social y geográfico) que viven en barrios „desprestigiados”.
Divercity quiere desarrollar métodos que:
a) Restablezcan pedagogías museográficas como un modo innovador de aprendizaje.
b) Ayuden a utilizar las exposiciones como apoyo pedadógico para afrontar las características de la diversidad de nuestras ciudades.
c) Se adapten a la recepción y compromiso de y con las nuevas audiencias (en particular aquellas de entornos desfavorecidos, migrantes, audiencias no regulares de los museos).
d) Valorar la diversidad cultural como fuente común europea.
e) Proponer la mediación artística como método base para la reapropiación de la ciudad, el barrio, para dirigirse a los barrios más desprestigiados y sus habitantes, en particular aquellos y aquellas jóvenes provenientes de entornos desfavorecidos.
Divercity tiene la ambición de proponer una experiencia „Aquí fuera- alli dentro”, atrayendo la diversidad cultural que existe fuera de los museos hacia su interior –tanto en términos de audiencia, ayudando a hacer del museo un espacio de encuentro cultural para audiencias en riesgo de exclusión (en particular jóvenes), como en términos de experiencia pedagógica, siendo capaces de aprender sobre la diversidad cultural de edad, género y cultura a través de la experiencia en el museo.
En Budapest, las y los jóvenes de origen romaní viven a menudo en gettos étnicos que, contrariamente a los que ocurre en otros lugares del mundo, se pueden encontrar en el centro de la ciudad; la incapacidad en la comunicación entre estos y estas jóvenes y el resto de la cultura, por temor de éstos a ser rechazados, les encierra en una suerte de ghetto virtual.
En las grandes aglomeraciones de París, Barcelona y Madrid, la concentración de migrantes y sus hijos en los distritos más populares hace que ello influya en su integración, su movilidad potencial social y geográfica, su voluntad de participar en la instituciones democráticas, en su autoconcepto y en la imagen de los otros –aquellos que no habitan áreas „segregadas”. Varios estudios muestran cómo las personas jóvenes ven esta segregación como negativa, perciben las oportunidades educativas como menores y de peor calidad y sus posibilidades de éxito menores que en otras partes de la ciudad ( Estudio: Le role du quartier dans le vécu des jeunes, Douzet, Robine 2013) Aunque las realidades de Viena y Helsinky son muy diferentes, existen tendencias muy similares. Las instituciones culturales se concentran en pocos barrios y la mayoría de los centros culturales de carácter público se dirigen a los turistas, más que a los y las ciudadanas locales.
“Divercity” aborda estas desigualdades en el acceso a la cultura, centrándose en particular en aquellos y aquellas jóvenes en situaciones de desventaja (con bajo capital educacional, social y geográfico) que viven en barrios „desprestigiados”.
Divercity quiere desarrollar métodos que:
a) Restablezcan pedagogías museográficas como un modo innovador de aprendizaje.
b) Ayuden a utilizar las exposiciones como apoyo pedadógico para afrontar las características de la diversidad de nuestras ciudades.
c) Se adapten a la recepción y compromiso de y con las nuevas audiencias (en particular aquellas de entornos desfavorecidos, migrantes, audiencias no regulares de los museos).
d) Valorar la diversidad cultural como fuente común europea.
e) Proponer la mediación artística como método base para la reapropiación de la ciudad, el barrio, para dirigirse a los barrios más desprestigiados y sus habitantes, en particular aquellos y aquellas jóvenes provenientes de entornos desfavorecidos.
Divercity tiene la ambición de proponer una experiencia „Aquí fuera- alli dentro”, atrayendo la diversidad cultural que existe fuera de los museos hacia su interior –tanto en términos de audiencia, ayudando a hacer del museo un espacio de encuentro cultural para audiencias en riesgo de exclusión (en particular jóvenes), como en términos de experiencia pedagógica, siendo capaces de aprender sobre la diversidad cultural de edad, género y cultura a través de la experiencia en el museo.